Esta luminosa propiedad de 100 m2 consta de dos dormitorios, una cocina moderna, un baño y dos amplias terrazas que permiten disfrutar del sol durante todo el día.
Desde una de las terrazas, se puede contemplar una vista impresionante de los atardeceres sobre el mar, que se encuentra a solo 300 metros de la vivienda.
El ático está ubicado en la tercera planta de un edificio sin ascensor, en buen estado de conservación y con armarios empotrados.
Situado en una zona tranquila y cerca de todos los servicios esenciales, este apartamento es ideal tanto como hogar permanente como una excelente oportunidad de inversión, ya que cuenta con licencia turística.
Además, al tratarse de una segunda mano en buen estado, ofrece la comodidad de un espacio listo para ser habitado.
La vivienda cuenta con un certificado energético clase G, lo que refleja sus características.